¿Existe una cláusula de impedimento del alquiler? Aunque pueda parecerte extraño, no siempre es posible alquilar una vivienda hipotecada. Esta prohibición la determina la llamada cláusula de impedimento del alquiler, incluida en algunos contratos hipotecarios. Es cierto que es poco común e, incluso, cada vez menos habitual, pero todavía sigue presente en algunos acuerdos con el banco. Así que antes de poner en alquiler una vivienda en Mallorca e Ibiza, repasa bien las obligaciones de tu préstamo o -como siempre insistimos-, asegúrate de leer bien la letra pequeña del contrato si piensas solicitar una hipoteca para comprar una casa. Quizás luego quieras alquilarla y te encuentres con la sorpresa de no poder hacerlo.
Nuestros asesores inmobiliarios en Baleares te explican todo lo que debes saber sobre esta cláusula de impedimento del alquiler y qué debes tener en cuenta si como propietario quieres alquilar un piso hipotecado.
¿Qué es la cláusula de impedimento del alquiler para vivienda hipotecada?
La cláusula de impedimento del alquiler se incluye en algunos contratos hipotecarios y supone que el propietario no pueda arrendar la vivienda mientras el crédito esté activo. Por tanto, impide que un tercero pueda residir alquilado en la propiedad hasta que la deuda no esté completamente liquidada (hipoteca cancelada).
Esta cláusula, que imposibilita el arrendamiento de un inmueble hipotecado, está presente en algunos acuerdos (cada vez más pocos), sobre todo en contratos de hipotecas para segundas residencias. Los bancos justifican este requisito en la devaluación de la vivienda en caso de alquiler. Es decir, consideran que el arrendamiento repercute en la reducción del valor del inmueble respecto al precio de tasación, lo que implica que el banco saldría perdiendo en caso de embargo. Por tanto, entre otras cosas, esta cláusula de impedimento del alquiler se apoya en la consideración de que los terceros pueden no tener tanto cuidado con la casa como lo tendría el dueño.
Si el contrato hipotecario no dice nada al respecto, la casa hipotecada se puede arrendar sin problema, al igual que se puede vender una vivienda con hipoteca o una casa con impago de hipoteca (la normativa no prohíbe este último caso, aunque se debería informar de la situación al comprador).
En cualquier caso, es importante volver a revisar bien el acuerdo suscrito con el banco, poniendo especial atención a las menciones al arrendamiento y al uso del inmueble por parte de terceros. Otra recomendación es fijar una cuota de alquiler que cubra el pago de la cuota hipotecaria para no tener problemas cuando se tengan que desembolsar estas cantidades.
Consejos para encontrar al inquilino ideal
Si has revisado la letra pequeña del contrato y nada te impide alquilar tu vivienda hipotecada, debes tener en cuenta que los siguientes pasos serán establecer el precio del alquiler conforme al mercado, cumplir la normativa y encontrar al inquilino ideal.
Un aspecto clave será asegurarse de la solvencia del inquilino, informándose de la estabilidad laboral del interesado. Al respecto, es aconsejable solicitar varias nóminas de trabajo que den fe de su estado real de ingresos. Por otra parte, puede resultar muy útil pedir referencias a sus antiguos caseros y estudiar la posibilidad de contratar un seguro de impagos del alquiler.
No olvides tampoco pedir la fianza de alquiler y asegurarte de que el contrato de arrendamiento está bien redactado, conforme a la ley sin cláusulas abusivas. Repasa los distintos puntos con el arrendatario para que todas las especificaciones queden muy claras y recalca cuáles son las obligaciones y responsabilidades de cada parte para evitar problemas futuros. Es importante incorporar también un inventario detallado de la casa, si no está vacía (mejor con fotos).
En cualquier caso, recuerda que puedes contar con nuestros profesionales de la inmobiliaria en Mallorca e Ibiza Durendesa® para asesorarte en todas estas cuestiones y guiarte de principio a fin en todo el proceso.
