¿Debo contratar un seguro de hogar para mi segunda vivienda? Aunque pasemos solo temporadas, días o meses en nuestra segunda vivienda en Mallorca o Ibiza, lo cierto es que este inmueble no queda exento de los mismos riesgos potenciales a los que se expone nuestra vivienda habitual. Razón más que suficiente para al menos valorar la contratación de un seguro de hogar que la proteja ante circunstancias como averías o robos.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la legislación española no obliga a contratar ningún seguro de hogar ni para la vivienda habitual ni para la segunda residencia. Pero, ojo, si el inmueble está hipotecado sí debe contratarse esta protección.
Nuestros profesionales de la inmobiliaria en Mallorca Durendesa® aconsejan estudiar cada caso de forma particular, teniendo en cuenta factores como el valor de la propiedad, su uso o su ubicación. Si se opta por contratar el seguro, es importante comparar varias opciones y, sobre todo, prestar especial atención a las coberturas que ofrecen más allá del propio coste de la póliza.
Seguro de hogar para proteger la vivienda vacacional
Una segunda vivienda en la costa balear o en la Sierra de Tramontana, por ejemplo, supone una inversión económica importante que requiere ser protegida. El mantenimiento y la seguridad del hogar se vuelven claves para acabar enfrentándose a desembolsos mayores o a problemas inesperados. Una manera de cubrirse las espaldas es contar con un seguro de hogar para viviendas o viviendas vacacionales. La oferta es muy amplia: desde seguros básicos hasta seguros muy completos para inmuebles o segundas viviendas.
Dar con la opción más adecuada implica tener en cuenta el caso particular. Por ejemplo, puede no requerirse la misma protección del contenido que en el hogar habitual (si no hay objetos de valor en la segunda residencia), pero puede resultar útil contar con la misma cobertura para casos de fugas de agua o fallos de electricidad.
Del mismo modo, nuestros asesores inmobiliarios en Mallorca e Ibiza aconsejan consultar con la compañía habitual si ofrece algún descuento por asegurar otra propiedad, comparar precios, analizar las características del inmueble y calcular el contenido y el contenido correctamente. Esto último es muy importante para evitar el sobreseguro (pagar una prima superior a lo que corresponde; entonces el capital asegurado es mayor que los bienes cubiertos) y el infraseguro (pagar una prima menor, debajo del valor real de los bienes; lo que supondrá indemnizaciones insuficientes).
Coberturas recomendadas en los seguros de segunda residencia
Hay coberturas que no deberían faltar en ninguna de tus viviendas. Es el caso de los daños por incendios, roturas de tuberías, daños por agua…
En las viviendas vacacionales o segundas residencias, resulta interesante un seguro que contemple al menos estas prestaciones:
- Robo y hurto: es una de las coberturas más idóneas para estas viviendas, que suelen encontrarse desocupadas durante largas temporadas. Esto las convierte en objetivos fáciles para los ladrones. Si contratas la póliza para cubrir el continente, el seguro cubrirá el mal hecho para perpetrar la acción (cerradura forzada, ventanas rotas…). Si la contratas también para el contenido, tendrás indemnización por los objetos sustraídos.
- Daños eléctricos: los daños por agua suelen estar cubiertos por todos los seguros, pero no suele ser así en el caso de los eléctricos (las fugas de agua y los problemas en las tuberías son bastante frecuentes en las segundas residencias). Un fallo de luz, por ejemplo, puede estropear los alimentos del congelador. En cualquier caso, unos y otros pueden resultar más dañinos al no estar allí habitualmente para detectarlos a tiempo.
- Fenómenos atmosféricos: muy aconsejable para cubrir los daños por fenómenos como lluvias, granizo…
No obstante, también está en nuestras manos evitar ciertos imprevistos no deseados en estas residencias. En este sentido, es aconsejable comprobar la activación de las medidas de seguridad, cerrar la llave de paso del agua y desenchufar los aparatos electrónicos, si nuestra previsión es no volver en un tiempo.
