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Cambios en casa por la llegada de un bebé

La llegada de un bebé supone un cambio muy importante en la vida de los futuros padres. El inicio de esta nueva aventura requiere la adaptación de la rutina de todos los miembros de la familia, pero también de los distintos espacios de la casa. Es momento de acomodar nuestro hogar a las necesidades del esperado pequeño, blindándole aspectos como seguridad, limpieza y bienestar en cada rincón.

No hace falta hacer grandes cambios estructurales. La mayoría de las veces suele ser suficiente emprender pequeñas acciones de reorganización. Preparar con tiempo sus necesidades (cuna, ducha, ropa…), asegurar un ambiente higiénico, eliminar los elementos potencialmente peligrosos para el bebé… contribuirán tanto a su comodidad como a la del resto de la familia.

Con ayuda de nuestros profesionales inmobiliarios, especialistas en viviendas en venta en Mallorca e Ibiza adaptadas a todas las necesidades, repasamos éstas y otras medidas para poner a punto el hogar ante la llegada de un bebé.

Consejos para adaptar la casa al bebé

La practicidad y la organización son nuestros principales aliados para preparar la casa para recibir adecuadamente al nuevo miembro. Un buen comienzo puede ser hacer una lista que nos ayude a analizar detenidamente las necesidades del bebé y cómo darles respuesta. ¿Dónde colocamos la cuna? ¿Tenemos espacio para sus cosas? ¿Está suficientemente limpia su habitación para evitar infecciones? Así será mucho fácil ponernos manos a la obra.

Limpiar a fondo la casa

A partir del gran día, las tareas de limpieza en profundidad resultarán mucho más complicadas. Por eso, es importante avanzarse a la llegada del bebé y asegurarnos desinfectar a conciencia el hogar.

¿Otro preparativo antes de que llegue el bebé? Llenar el congelador de comida. De esta forma, la preparación de los alimentos para el resto de la familia, sobre todo durante las primeras semanas, no añadirá estrés a un momento mágico.

Espacios para el bebé

Con el bebé, llegarán también nuevos objetos, ropa, juguetes… que requerirán sitio. Es fundamental determinar, por ejemplo, dónde dejarás el carro, la bolsa del carro, los accesorios de la bañera, su neceser… Si los armarios están ya llenos, habrá que buscar otras opciones: aprovechar los espacios muertos, cajas de almacenaje bajo de las camas, integrar cajones o baldas debajo de los muebles, etc.

Dispositivos de seguridad para el bebé

Son pequeños, mucho, pero crecerán en un abrir y cerrar de ojos. Hay que estar preparados antes de que empiece el gateo. Cubre los enchufes y las clavijas con tapones de seguridad, utiliza protectores para bordes y esquinas y asegúrate de dejar fuera del alcance del bebé cables, cuerdas de cortinas o cualquier otro objeto que suponga un potencial riesgo de asfixia.

Cuidado con los objetos pequeños

Más pronto que tarde el bebé comenzará a descubrir su alrededor y querrá inspeccionar, tocar y morder todo lo que esté a mano. Hay que retirar todos los objetos pequeños a los que pueda acceder directamente. Si se mete alguno en la boca, hay peligro de obstrucción de las vías respiratorias.

Ojo con las ventanas y los balcones

Los balcones y las ventanas son también trampas mortales para los bebés. Así que resulta fundamental incorporar en ellos sistemas de seguridad infantil o redes. Si la casa tiene escaleras,  las barreras o las puertas protectoras controlarán al bebé cuando transite- o escape- sin supervisión.

Los retenes o los bloqueos en las puertas para bebé también son muy necesarios, ya que impiden que el niño peligre por el juego de abrirlas y cerrarlas o por las corrientes de aire. Es crucial que sean elementos discretos para no atraer la atención del pequeño.

Bloquear los armarios con productos de limpieza

El baño, la cocina… suelen albergar cajones o armarios con los químicos que utilizamos para la limpieza. Estos productos pueden resultar muy peligrosos si los dejamos al alcance de los niños. Por eso, debemos ponerles bloqueos de seguridad infantil que le impidan tener acceso. Otra solución es trasladarlos a zonas más altas a las que no pueda llegar.

Materiales y tejidos resistentes

Caída de alimentos, derrame de leche, fluidos… todo ello también viene con el bebé. Por eso, los tejidos claros o delicados no son recomendables en casas con niños pequeños. Si, por ejemplo, tu sofá tiene estas características y no quieres renunciar a él, cubre la tela con un tejido resistente, antimancha y lavable. Verás cuánto lo agradeces.

Dormitorio del bebé

La estética de esta habitación es importante, sí, pero no debe ir en detrimento de su funcionalidad. Los muebles de la habitación del bebé deben ser- además de bonitos- muy prácticos. Esto nos ayudará a ahorrar tiempo y fuerzas ante este importante cambio en nuestra vida.

Si no quieres excederte con el gasto por la llegada de un bebé, ve directo a lo imprescindible: la cuna, las sábanas, las fundas de almohada, el armario para la ropa, el cambiador y un sillón o una mecedora para las guardias de los papás.

¡Enhorabuena!

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