El ruido de los vecinos, del ascensor, del tráfico, de la calle, del movimiento de muebles, de los tacones… Existen numerosas fuentes de ruido que llegan a perturbar nuestra tranquilidad en casa, nuestro sueño y nuestra salud. Para combatirlos, podemos recurrir a una serie de medidas y reformas para insonorizar la vivienda o parte de ella, ya sea del ruido interior o exterior. Desde instalar ventanas con doble acristalamiento o aislar acústicamente las paredes con materiales adecuados hasta recurrir a estanterías llenas de libros o a los textiles para aislar acústicamente la vivienda. Con ayuda de nuestros asesores inmobiliarios en Mallorca e Ibiza, repasamos algunas de las soluciones más habituales para proteger de ruidos nuestra vivienda.
Soluciones para reducir el ruido en el hogar
Además de restar confort e intimidad, la contaminación acústica en casa puede sumar problemas como el estrés, la dificultad de concentración, los trastornos del sueño, la pérdida de audición, etc. Para evitar estas situaciones, es importante tomar cartas en el asunto y buscar medidas que aseguren el confort acústico en el hogar.
Materiales para absorber el ruido
Los materiales más comunes para insonorizar las paredes tanto de la calle como de los vecinos son las lanas minerales (lana de roca y lana de vidrio), el corcho y la madera. Otra posibilidad bastante recurrente es utilizar planchas de pladur para las paredes o las estanterías (más aislantes cuanto mayor es su densidad).
Doble acristalamiento
Las ventanas con doble acristalamiento mejoran notablemente el aislamiento acústico y térmico del hogar, ya que están formados por varias láminas de vidrio separadas por una cámara de aire sellada térmicamente. En este sentido, los vidrios más aconsejables son los que tienen un espesor mínimo de 6 milímetros. Para reforzar la acción que buscamos, nada mejor que apostar por marcos de ventana con materiales aislantes como el PVC.
La colocación de láminas de material absorbente de sonido en las tapas de las cajas de la persianas son también un recurso muy habitual.
Puertas aislantes
Esta opción resulta muy aconsejable tanto para la puerta de entrada como para aquellas que dan a espacios interiores. Su presencia es clave para reducir notablemente el ruido que penetra desde el exterior. Entre todos los modelos, las puertas macizas y las puertas batientes son las más aislantes (más que las puertas huecas y las correderas).
Falso techo
Una solución ideal para reducir el ruido de los pisos superiores (el movimiento de muebles, tacones…) es revestir el techo con listones de madera o crear un falso techo que añada una cámara de aire.
Suelos laminados
Cuando el ruido viene de abajo, suele resultar útil recurrir a aislar el suelo con láminas de polietileno, por ejemplo.
Insonorizar sin hacer obras
Los textiles como las cortinas consistentes, las alfombras, o los tapices son grandes alternativas para insonorizar sin hacer obras y lograr un mayor confort acústico en una habitación.. Las alfombras gruesas, por ejemplo, impiden que el sonido traspase y rebote en los suelos.
Otra opción que tampoco implica reformas es la colocación de estanterías repletas de libros. Esta medida, tan sencilla, protege la casa de ruidos y evita vibraciones con la pared contigua. (cuántos más libros pongamos, más se amortiguará el sonido). Es aconsejable combinar libros de distintos tamaños y dejar espacios entre ellos para una mayor acción.
Igualmente, resulta útil instalar armarios o muebles de pared a pared para reducir el ruido.
Qué hacer si tengo un vecino ruidoso
La mejor solución siempre es la pacífica. De hecho, en la mayoría de los casos suele bastar con trasladar la incomodidad al vecino ruidoso, ya que puede que ni siquiera sea consciente de las molestias que provoca. Si no atiende a razones, es momento de notificar la queja al presidente de la comunidad para que actúe como mediador (Ley de Propiedad Horizontal). Si aún así no se pone fin al problema, es aconsejable es recurrir a la policía: quedará constancia de la situación y puede obtenerse una prueba válida de la actitud del vecino.
Otras medidas más agresivas son denunciar al vecino ruidoso por vía administrativa (Ayuntamiento), vía contencioso-administrativa (indemnización por las consecuencias de la inacción de la administración), vía judicial-civil (daños y perjuicios) o vía penal (casos especialmente graves).