La imparable escalada del Euríbor está provocando que muchos hipotecados con ahorros se planteen amortizar la hipoteca para hacer frente a la subida de los intereses. En este escenario alcista, la amortización anticipada se observa como una buena solución para reducir la deuda con el banco y pagar menos intereses. Sin embargo, la situación del Euríbor y el hecho de disponer de liquidez no son los únicos factores a considerar para decantarnos por esta medida. Otros aspectos como las ventajas fiscales, el plazo para finiquitar el préstamo o la rentabilidad de nuestros ahorros también deberían estudiarse cuidadosamente antes de lanzarse a hacer estos reembolsos.
En el caso de que no convenga amortizar la hipoteca, podemos estudiar otras alternativas: pasarnos a una hipoteca fija o a una hipoteca mixta, alargar el plazo disponible, negociar una carencia con el banco… La particularidad de cada situación marcará la acción más aconsejable.
¿Cómo amortizar la hipoteca?
Cuando adquirimos un préstamo bancario para comprar una casa en Mallorca o Ibiza, por ejemplo, es habitual que llegue el momento en que nos planteemos si merece la pena amortizar la hipoteca, ya sea mediante la fórmula de la amortización parcial (devolver parte del capital pendiente) o mediante la amortización total (la totalidad de la deuda restante). Con esta actuación, perseguimos reducir o cancelar la deuda adquirida con el banco.
El Euríbor es un gran condicionante de esta decisión, ya que como índice de referencia afecta en gran medida a los préstamos. Así, si el Euríbor no está elevado, tampoco lo estarán los intereses y, por tanto, no tendrá sentido amortizar la hipoteca. Si el Euríbor está elevado, es momento de pensar en esta opción para conseguir reducir los intereses a pagar.
En el caso de amortizar la deuda de forma parcial, tendremos dos posibilidades:
- Reducir la cuota mensual: aumentará la capacidad de ahorro (se destinará menos dinero cada mes al pago hipotecario).
- Reducir el plazo de la hipoteca: se seguirá pagando la misma cantidad, pero se devengan intereses durante menos tiempo.
¿Merece la pena amortizar la hipoteca con la subida del Euríbor?
Como hemos comentado, la ecuación es clara: Euríbor alto= intereses elevados. Por tanto, cuanto más altos estén los tipos, mayor será el ahorro de intereses si amortizamos la hipoteca.
En el escenario actual, con un índice desbocado, la amortización del préstamo parece más que aconsejable. Sin embargo, para saber si realmente compensa hacer pagos anticipados para reducir el impacto de los intereses, deben ponerse también sobre la mesa otras cuestiones:
- Las circunstancias personales y familiares: las necesidades de liquidez y la mayor presión o no que genera convivir con deudas, por ejemplo.
- La rentabilidad que estamos obteniendo por ese dinero que pensamos meter en la hipoteca: si con la revisión de la hipoteca, el Euríbor es mayor al interés que estamos teniendo por nuestros ahorros, sí vale la pena amortizar.
- Las comisiones por la amortización parcial o total del préstamo (o por cancelación): es decir, si por esa cuantía el banco nos va a aplicar o no una comisión. No obstante, hay que tener en cuenta que el Real Decreto-Ley 19/2022 establece que las entidades bancarias no cobren en 2023 cargo por adelantar capital de una hipoteca variable.
- Las ventajas fiscales: la amortización también puede ser aconsejable si nos beneficiamos de la desgravación en el IRPF por haber comprado la vivienda habitual antes del 2013 (Hacienda devuelve el 15% de lo aportado anualmente sobre un máximo de 9.040 euros).
- El cálculo de los intereses que ahorramos con la amortización: esto depende del tiempo que llevemos pagando el préstamo (resulta mejor amortizar la hipoteca cuanto antes; en los primeros años).
Respecto a este último punto, cabe precisar que las hipotecas en España se rigen por el sistema de amortización francés. Según este referente, se abonan más intereses al principio que capital (los intereses se reducen con el paso del tiempo). Por tanto, resulta más conveniente amortizar la hipoteca al principio y no al final.
¿Disminuir la cuota de pago o el plazo de la hipoteca?
Son dos de las opciones que se le presentan al hipotecado para reducir el impacto de los intereses generado por la subida del Euríbor. En términos generales, si se cuenta con ahorros y la intención es sobre todo menguar el gasto mensual, la solución es amortizar para disminuir la cuota. Pero si el objetivo es ahorrar a largo plazo y de forma más significativa, será aconsejable amortizar el plazo de la hipoteca: la cuota será la misma, pero se saldará antes la deuda y se reducirán los intereses totales del préstamo (se generan por menos tiempo).
No obstante, es importante estudiar cada caso por separado. Por ejemplo, si el hipotecado se beneficia de la deducción fiscal de hasta un 15% de la cantidad abonada anualmente por la hipoteca, puede resultar más atractivo reducir la cuota, dado que la deducción puede aplicarse durante más años.
Otras opciones para lidiar con la subida del Euríbor
Otra posibilidad que puede resultar interesar es el cambio a una hipoteca fija. Aunque esta opción se ha encarecido bastante en el último año, aún pueden encontrarse propuestas interesantes. Además, hay que tener en cuenta el nuevo Código de Buenas Prácticas Bancarias, aprobado por el Gobierno a finales de años para los hipotecados en apuros por la subida del Euríbor. Un plan con dos tipos de ayudas: la ampliación del plazo de devolución de la deuda en hasta 7 años y el cambio a la hipoteca fija.
Otra alternativa es pasarse a una hipoteca a tipo mixto; un procedimiento que ofrece inicialmente un tipo de interés fijo y más tarde un tipo variable. Aunque el hipotecado quedará posteriormente de nuevo expuesto al Euríbor, puede resultar interesante para aquellos que quieren ahorrar durante los primeros años y luego amortizar deuda para reducir los años dependientes de este índice.