Porches, pérgolas y toldos: estructuras y cerramientos exteriores para disfrutar del verano.- No hay lugar más preciado de la casa que el jardín, la terraza o el balcón cuando llega esta época del año. Estos espacios se convierten en nuestros santuarios preferidos de descanso, en los puntos neurálgicos de las reuniones familiares y en los mejores escenarios para celebrar esas ansiadas fiestas y barbacoas.
Disponer de un porche en estos exteriores o recurrir a un toldo o a una pérgola, por ejemplo, para sacarles el máximo partido es siempre un acierto: permite crear ambientes más frescos y disfrutar de sus rincones de una manera mucho más segura y confortable.
Además, cualquiera de estas opciones está disponibles en diferentes materiales y estilos lo que aporta un toque decorativo a su funcionalidad. En este sentido, las líneas sencillas y los colores mediterráneos (el azul, el blanco y el beige) se imponen como las principales tendencias decorativas en terrazas, jardines y porches este verano 2022.
¿Pero cuál es la mejor opción en cerramientos o estructuras exteriores para nuestro jardín o terraza? Desde Durendesa®, tu inmobiliaria en Mallorca e Ibiza, repasamos las diferencias entre las distintas posibilidades que, además, aportan valor a tu vivienda en Baleares.
Porches: zona cubierta permanente para proteger del sol
Estos espacios cubiertos, a medio camino entre el interior y el exterior, suelen ocupar la fachada principal de la casa. Normalmente, se caracterizan por quedar abiertos en los laterales, aunque también es habitual recurrir al uso de cortinas, celosías o mosquiteras en los porches para una mayor protección del espacio. Su techo suele ser de materiales coincidentes con los del tejado del edificio para una mayor integración de la estructura.
Los porches crean sombra en la fachada y reducen la temperatura interior de la casa en varios grados. Esto da como resultados espacios realmente agradables cuando las temperaturas aprietan y se quiere seguir disfrutando del exterior (los porches suelen albergar asientos, mesas, sofás…).
Además, al tratarse de una estructura permanente puede aprovecharse durante todo el año, ya que resguarda de cualquier inclemencia meteorológica: frío, lluvia, calor…
Una opción muy parecida la encontramos en la veranda, que difiere en que está cerrada y forma una galería acristalada.
Pérgolas: estructuras ligeras independientes y fáciles de retirar
Las pérgolas se componen de pilares verticales que soportan una estructura formada por vigas. Están disponibles en diferentes materiales, siendo las pérgolas de madera las más populares en la actualidad. Se complementan habitualmente con toldos, plantas trepadoras y cubiertas de cañizo en el techado para proporcionar sombra y un mejor estar. También por telas que se pueden poner o quitar, según se desee.
La principal diferencia entre esta estructura y el porche es que la pérgola deja pasar la luz y, por tanto, no se remata con una cubierta opaca. Además, la pérgola da más juego que el porche en cuanto a que se puede colocar en cualquier zona del jardín o la terraza y también cerca de la construcción.
Otras estructuras exteriores similares que ofrecen también grandes resultados son los cenadores. Se diferencian de las pérgolas básicamente en su uso, puesto que son una estancia y no una zona de paso. Normalmente, se componen de cuatro o más columnas sobre la que descansa la techumbre.
Una variación de los cenadores son los templetes, con una cubierta hexagonal u octogonal, una estructura metálica o de madera y una cubierta de lona o tela.
Toldos: facilidad de longitud y retirada de la cobertura
Los toldos son otra de las elecciones preferidas para lograr la sombra y evitar la entrada de calor al interior de la casa. A diferencia de la pérgola, no lleva una estructura fija. Los toldos salen directamente de la pared donde se han instalado, por lo que únicamente quedan sujetos por un extremo. En este sentido, la pérgola es más resistente.
Esta configuración favorece que se pueda regular la longitud de la cobertura que queremos que sobresalga en cada momento y que podamos recogerla si no la estimamos necesaria o nos preocupa su mantenimiento. Por ejemplo, cuando cae la noche o hace mucho viento y queremos asegurar su protección.
Otra posibilidad tan clásica como sencilla para protegernos del sol y disfrutar de los exteriores al máximo la encontramos en las sombrillas. Disponibles en diferentes tamaños y materiales también dan un aporte decorativo muy interesante.