Y por fin, después de un duro día de trabajo, bajas feliz la rampa del garaje deseando aparcar tu vehículo y tirarte en el sofá lo antes posible. Pero esa amplia sonrisa te dura muy poco. De nuevo, hay un coche aparcado en tu parking sin permiso y te toca volver a subir por donde has bajado. Sabemos que en ese momento te rondan muchas ideas por la cabeza: rayarle el coche, enfrentarte a tu vecino, ponerle un letrero amenazante, pincharle las ruedas… No te equivoques. Esas acciones solo pueden conseguir quitarte la razón cuando realmente la tienes en tu mano. Esa ocupación de tu plaza de parking está tipificada en el Código Penal. Por tanto, ahora ya sabes que esas excusas de “ha sido solo un segundo” o “pensé que era mi plaza” no amparan para nada al usurpador de tu aparcamiento. Es más, eres tú el que puede emprender medidas.
¿Qué hacer entonces si alguien aparca en tu plaza de garaje? Lo primero y más inteligente es ir a buenas. Habla con ese vecino molesto para exponerle claramente la situación. Recuérdale que la ocupación indebida de tu lugar de estacionamiento es una falta leve de coacciones y que, además, puede constituir un delito de desobediencia si aun así desoye al juez para mantenerse en sus treces. Es decir, déjale claro que con la ley en la mano tiene todas las de perder y que como mínimo su bolsillo va a verse afectado. Sin duda una buen arma de disuasión en cualquier conflicto. Los jueces tendrán en cuenta aspectos como el tiempo de la ocupación ilegal de tu garaje o las intenciones reales del usurpador para establecer las cuantías correspondientes.
Si tu plaza está en un parking comunitario, puedes dirigirte al presidente de la comunidad para hacerle saber la incidencia. Esta figura tiene potestad para mediar entre ambas partes amparándose en la normativa 49/1960. Si aun así, la actitud de tu vecino persiste, la comunidad puede decidir en junta demandarle. En ocasiones, ésta toma acciones como recurrir a grúas privadas cuando el usurpador hace oídos sordos a las advertencias, imputándole a éste el gasto del servicio. En cualquier caso, no pierdas el tiempo recurriendo a la grúa municipal, ya que el garaje de la comunidad no se considera vía y, por tanto, este vehículo no puede proceder a su retirada bajo ningún caso.
Ten en cuenta que el delito o la falta es el mismo si la ocupación del parking sin permiso se produce en una plaza alquilada que en propiedad. En el primer caso, lo correcto es evitar al dueño para que tome las acciones pertinentes.
Así pues, desde Durendesa® te recordamos que las plazas de parking de una comunidad de vecinos pertenecen exclusivamente a sus dueños y, por tanto, otras personas no pueden utilizarlas sin el consentimiento expreso del propietario. Y una cosa más. Hay precedentes que te demuestran que no es necesario que te tomes la justicia por tu mano y acabes denunciado por un delito de daños. El caso más sonado fue hace unos años cuando la Audiencia de Granada acusó a un vecino por falta de coacciones y lo condenó a pagar una multa de 400 euros por aparcar en plaza ajena.