claves seguro de hogar- consejos Durendesa

¿Qué seguro de hogar me conviene para proteger mi casa en Mallorca?

La contratación de un seguro de hogar no es obligatoria, pero sí muy recomendable para darnos tranquilidad y amparar aquellos imprevistos en casa (como roturas de tuberías, incendios, inundaciones, robos…) que tanto daño pueden hacer a nuestro bolsillo. La lista de posibilidades, coberturas y limitaciones es tan amplia, que debemos tener bien claro qué protegemos, qué dejamos al margen y cuál es la cuantía o la prima más conveniente. No en vano,  la mayoría de las reclamaciones relacionadas con los seguros de casa proceden de la confusión del asegurado sobre los siniestros que cubre su póliza.

Las propias características de la vivienda, lo que almacena en su interior y nuestros intereses son el punto de partida. El tipo de inmueble (residencia habitual, segunda vivienda…); el número de habitaciones; sus residentes; su ubicación… todo ello se esconde tras la prima que vamos a desembolsar por asegurar nuestra tranquilidad en casa. A partir de aquí, las diferentes compañías ofrecen distintas modalidades y condiciones, que debemos analizar bien para cerciorarnos de que nuestra elección es la que mejor se ajusta a nuestro caso.

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En líneas generales, el seguro de hogar multirriesgo es el más contratado de entre las numerosas opciones (según la Asociación Empresarial del Seguro), ya que garantiza la cobertura básica en una misma póliza de aquellos contratiempos que afecten a nuestra vivienda, a nosotros mismos y a terceros.

Entre las distintas posibilidades, según nos resumen nuestros profesionales de la inmobiliaria en Mallorca e Ibiza Durendesa® destacan las siguientes coberturas (al margen de aquellas “extra” o más completas que también pueden ofrecernos las compañías):

  • Daños del continente: Incluyen aquellos elementos que forman parte de la estructura del inmueble y sus instalaciones, como paredes, muros, techos, ventanas
  • Daños del contenido: Refiere a la reposición o reparación de muebles y otros enseres que se encuentran en el interior de la vivienda, como electrodomésticos, equipos electrónicos, efectos personales, joyas… según lo incluido en la póliza. Hay seguros que cubren el robo de pertenencias aunque se produzcan fuera de casa (por ejemplo, el robo del ordenador en la calle).
  • Responsabilidad Civil (RC): Cubre aquellas indemnizaciones o reparaciones que deben pagarse por daños ocasionados a terceros como, por ejemplo, los causados por un escape de agua.
  • Defensa jurídica: esta cobertura incorpora la defensa penal, los derechos como propietarios, los derechos como inquilinos… y otro tipos de actuaciones de la aseguradora para reclamar los daños que un tercero ocasione a nuestros bienes.

En el caso de una vivienda en alquiler, el dueño puedo protegerse también mediante el seguro contra el impago de las rentas o daños malintencionados del inquilino, entre otros.

Seguros de hogar para inquilinos

Por lo que se refiere al arrendatario, esta figura tampoco está obligada a asegurar la vivienda que tiene en alquiler. No obstante, no hay que olvidar que es el responsable de los daños que pueda causar al inmueble o a los vecinos. Por eso, muchos expertos les aconsejan, al menos, contar con una cobertura de responsabilidad civil. También es interesante disponer de una póliza que incluya la cobertura de robo o la defensa jurídica para estar convenientemente asesorado en caso de algún incidente.

Los errores más frecuentes con el seguro de hogar

La compra de una vivienda en Mallorca o Ibiza nos lleva a adquirir probablemente el que será nuestro bien más preciado. Por eso, protegerlo de posibles accidentes se convierte en una cuestión tan importante. Te contamos cuáles son los errores típicos a la hora de contratar un seguro de hogar para que puedas evitarlos:

  • No leer bien las condiciones del seguro: descripción del riesgo, el capital contratado, las coberturas específicas… Si no lo haces, no sabrás realmente qué daños te cubre y, llegado el momento de uso, tu bolsillo puede llevarse una gran sorpresa.
  • No valorar correctamente el continente: si lo aseguras por encima de su valor, estás tirando directamente el dinero. Si lo haces por debajo con la intención de ahorrarte dinero, recuerda que esto afectará al concepto de indemnización.
  • No realizar un inventario para valorar correctamente el contenido: al igual que con el continente, si no lo tienes en cuenta puedes caer en un sobreseguro (pagarás demás) o en un infraseguro (cobrarás menos).
  • Despreocuparte sobre qué entiende la compañía por “objetos de valor especial” o cobertura de joyas.
  • No revisar periódicamente el seguro: revisa tu contrato cuando llegue el momento para analizar tú situación y ver si deberías cambiar las condiciones o puedes obtener la misma cobertura a menor coste.

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