La colorterapia o cromoterapia, técnica que estudia la influencia de las tonalidades en nuestro bienestar, tiene actualmente un gran papel en la decoración de los hogares. Esta práctica resalta la importancia de la elección de los colores en casa por las asociaciones emocionales y psicológicas que cada tono conlleva. De esta forma, la selección de la tonalidad en las paredes o el mobiliario, por ejemplo, no sería una mera cuestión estética, sino también un asunto anímico.
Al comprender cómo afectan los colores a nuestras emociones, podemos diseñar y decorar espacios tan bonitos como enriquecedores para nuestra mente y espíritu, según los defensores de la colorterapia.
Los tonos adecuados sirven para elevar el ánimo, reducir el estrés, mejorar la concentración y la creatividad y promover el bienestar general, entre otras sensaciones.
Colorterapia en casa
El hogar es nuestro mayor templo. Cuidarlo y decorarlo con mimo es una de las cuestiones que más ilusión nos hace cuando compramos una vivienda en Mallorca o en cualquier otra comunidad. En interiorismo, la colorterapia explora cómo los colores determinan directamente el ambiente, las vibraciones y el estado de ánimo que proyecta cada estancia.
En función de una gama cromática, fría o cálida, obtendremos resultados totalmente distintos. Si los colores fríos generan una sensación generalizada de frescura y serenidad, los tonos cálidos transmiten un ambiente más alegre, dinámico y energético.
Uso de los colores para mejorar la calidad de vida
Por lo general, las tonalidades frías suelen funcionar muy bien en habitaciones y en cuartos de baño, mientras que los tonos cálidos en todas las estancias, pero sobre todo en dormitorios, salas de estar, cocinas o comedores.
No obstante, hay que tener en cuenta que la luz, que tanto influye también en nuestro estado de ánimo, puede cambiar la percepción del tono en una estancia. Por eso, es importante considerar cómo la iluminación natural y artificial afectan a las tonalidades que elijamos.
Por otra parte, mientras que los colores complementarios son ideales para crear dinamismo, los tonos análogos redundan en equilibrio y armonía.
Rojo en la decoración de la vivienda
En línea con la colorterapia, esta tonalidad refleja intensidad y fuerza. Va perfecta con las personalidades más arriesgadas por la gran energía que transmite. Si queremos una buena dosis de vitalidad, el rojo es sin duda nuestro color. No obstante, en exceso puede resultar algo agobiante. Este tono se desaconseja para habitaciones infantiles o espacios de relajación.
Amarillo en la decoración de la vivienda
Esta tonalidad también es sinónimo de alegría, optimismo e ímpetu. Aunque nos parezca muy atrevida y quizás hasta nos eche de primeras para atrás, funciona estupendamente en habitaciones infantiles y juveniles, estudios y despachos, ya que estimula el cerebro. Este color tiene también tiene una gran aceptación en cocinas y en espacios que no tienen suficiente luz natural.
Naranja en la decoración del hogar
Pura energía, vitalidad y dinamismo. A pesar de que podamos pensar que es difícil de combinar, queda ideal con tonos verdes, tierras y grises. El naranja puede resultar estresante en dormitorios, pero es un gran aliado en en salas y comedores.
Azul en la decoración del hogar
Toda la gama de azules es perfecta para conseguir un remanso de paz en casa. Los colores pastel y las tonalidades más suaves de azul suelen funcionar mejor para transmitir esta sensación, sobre todo en dormitorios y espacios de descanso: actúan contra el insomnio y el estrés).
Turquesa en la decoración del hogar
Esta tonalidad se asocia a la creatividad y al ingenio. Por eso, la colorterapia lo considera ideal para decir adiós al cansancio mental.
Verde en la decoración del hogar
La relación de este color con la naturaleza resulta genial para trasladarnos a un ambiente de tranquilidad y de paz en casa. Encaja muy bien en cualquier estancia, especialmente en dormitorios y espacios de estudio.
Negro y blanco en la decoración del hogar
Ambos colores transmiten fuerza y confianza. El blanco es ideal para que los espacios parezcan más grandes y abiertos, pero puede resultar demasiado frío si no se equilibra o complementa con otros tonos. El negro debe usarse cuidadosamente para no generar espacios pequeños y oscuros pero, si se usa bien, añade un extra de sofisticación. Es más común en accesorios decorativos y acabados.
No obstante, como es habitual que en cada vivienda convivan varios individuos con personalidades distintas, se recomienda decantarse por colores neutros en el hogar e introducir pequeños detalles de tonalidad a través de accesorios o elementos discretos.
En cualquier caso, el primer paso es tener claro para qué se va a usar la habitación y, en función de ello, determinar el color según su significado. De esta forma, el tono elegido conseguirá incentivar la actividad o la sensación que buscamos (colorterapia). La personalidad es también importante. Si, por ejemplo, hay una persona ansiosa, es mejor optar por colores relajantes. Si es melancólica, por colores vibrantes.