En Mallorca, Bunyola o Buñola es uno de los pueblos preferidos para vivir cuando se busca naturaleza y calidad de vida. Este encantador municipio, situado a los pies de la Sierra de Tramuntana, ofrece un ambiente tranquilo y acogedor, que transcurre entre preciosas casas de piedra típicas mallorquinas, coquetos pisos de distinto tamaño e impresionantes propiedades a las afueras.
Este municipio de montaña es el lugar perfecto para aquellos que ansían escapar del bullicio de la ciudad o de los núcleos más turísticos. Levantarse y finalizar el día con espectaculares amaneceres y atardeceres. O encontrarse a uno mismo en el silencio de uno de sus muchos entornos rurales. Y todo ello, a solo 20 minutos en coche de Palma y con muy buena conexión en transporte público.
Por qué vivir en Bunyola, Mallorca
Bunyola, con poco más de 6.000 habitantes, se ubica en el noreste de Mallorca, a lomos de la bella Sierra de la Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una localización inmejorable que se traduce en la presencia de espectaculares montañas, campos de cultivo, pinos, olivares y encinas. El marco ideal para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, respirar tranquilidad en el día a día, gozar de las rutas más impresionantes de senderismo (ruta al Puig Gros, ruta al Puig de Sa Font…) o practicar actividades como la escalada, el golf, el ciclismo o la equitación.
El refugio ideal para aquellos que buscan un estilo de vida sosegado en un entorno rural. En medio de una comunidad pequeña y acogedora, pero con todas las comodidades al alcance. Con una fantástica arquitectura e impresionantes propiedades que respiran naturaleza y tradición mallorquina:
- Casas de piedra en el centro de Bunyola
- Fincas en Bunyola y en plena Sierra de Tramuntana
- Villas en Bunyola con vistas al mar y a la montaña
- Terrenos en Bunyola
Por sus bellas calles empedradas, se distribuyen pequeñas tiendas, comercios, colegios, farmacia, restaurantes, cafés… Y un mercado semanal que se celebra los miércoles y los sábados en la pintoresca plaza del pueblo. El mejor escaparate para conocer y probar los productos típicos mallorquines y de temporada.
Además, su proximidad a la capital de Mallorca, apenas a 23 km, permite cubrir con facilidad cualquier necesidad y seguir disfrutando de una parte más cosmopolita.
Bunyola para familias, amantes de la naturaleza y artistas
Las características de este encantador pueblo de interior lo convierten en una de las opciones más deseadas entre los trabajadores en remoto que buscan un entorno natural sin renunciar a una buena conectividad con la capital. Desde Palma, se puede llegar a Bunyola a través de la Ma-11, de la línea 205 de autobús o el histórico Tren de Sóller.
Bunyola es también el asentamiento ideal para jubilados y familias con hijos que buscan vivienda en un entorno natural, seguro y tranquilo. Con acceso a colegios locales y a actividades comunitarias variadas.
Del mismo modo, es aconsejable como residencia permanente o esporádica para amantes de la naturaleza: permite disfrutar durante todo el año de una multitud de actividades al aire libre. Y el refugio ideal en Mallorca para artistas y creativos, ya que su entorno constituye una fuente importante de inspiración.
Curiosidades de Bunyola
Además de su belleza natural, Bunyola destaca por su patrimonio histórico y cultural. Uno de sus monumentos más icónicos es la iglesia parroquial de San Mateo, construida en el siglo XVIII, con un impresionante campanario visible desde todos los rincones.
El municipio es, además, una de las paradas del histórico tren de Sóller. Un ferrocarril de vía estrecha, inaugurado en 1912, que conecta Palma con Sóller y que atraviesa los espectaculares paisajes de la Serra de Tramuntana.
Los jardines de Alfabia de Bunyola son una muestra imperdible de la mezcla de historia y naturaleza en este pueblo de interior. De origen árabe, cuentan con una gran riqueza botánica y arquitectónica. Es el lugar perfecto para pasear, desconectar y disfrutar al máximo de la belleza natural.
Otro rincón de gran valor y fiel testimonio del estilo de vida mallorquín, lo encontramos en la Finca de Raixa. Una elegante casa señorial, rodeada de jardines, terrazas y fuentes. Escenifica a la perfección la arquitectura y el paisajismo mallorquín.
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