Tener un huerto en casa está más de moda que nunca. El ajetreo de nuestro día a día, la preocupación por la alimentación natural y la necesidad de reconectar con la naturaleza han vuelto a poner esta opción a primera plana. ¿Lo mejor? Cualquier rincón de la casa puede valernos (el balcón, la terraza, el jardín, la cocina…) y, además, no es necesario tener un gran conocimiento en la materia. Basta con seguir unos sencillos consejos para tener tu huerto en casa y poner el mayor mimo posible para dar forma a nuestras propias frutas, hortalizas y plantas.
Si llevas tiempo pensando en crear un huerto urbano en el hogar, ahora es el mejor momento para hacerlo. La primavera, tiempo de siembra, abre una gran cantidad de opciones. Con ayuda de los profesionales de la inmobiliaria en Mallorca e Ibiza Durendesa®, repasamos cuáles son los pasos para montar un huerto en tu casa de Mallorca y no fallar en el intento.
Cómo hacer un huerto en casa: cuidados y primeras medidas
Como hemos avanzado, cualquier rincón de nuestro hogar es válido para montar un huerto, incluso aun teniendo poco espacio. La principal clave es que se trate de una zona con buena ventilación. Otras consideraciones para crear con éxito nuestro huerto en casa son las siguientes:
- La luz solar: es aconsejable apostar por espacios con incidencia de luz directa, como las zonas cercanas a las ventanas. Por lo general, las plantas que producen frutos (tomates, pepinos…) necesitan unas 6 horas de exposición solar, mientras que otras plantas de hoja verde se conforman con unas tres horas. La luz es fundamental para que las plantas puedan obtener energía mediante la fotosíntesis.
- El contenedor o el recipiente: no importa si es más o menos grande o si está hecho de uno u otro material. Lo interesante es que tenga suficiente profundidad (más fondo a mayor altura de la planta) y que incorpore agujeros para el drenaje. Cualquier objeto que tengamos por casa puede servirnos (cápsulas de café, tazas, bloques de hormigón, cestas, cajas de madera…). ¡Aprovecha el reciclaje! Todo lo que salga de tu imaginación, siempre y cuando no haya servido para almacenar algún tipo de material tóxico.
- Toma de agua cercana: esta consideración no es 100% imprescindible, pero es una gran aliada para ahorrar tiempo y esfuerzo. Es necesario mantener los cultivos bien hidratados, sobre todo si echamos mano de recipientes y no del suelo directo. En el caso de que tengamos 3 o 4 macetas, el uso de la regadera (regado manual) es la mejor opción. Si tenemos un huerto más grande, podemos optar por jardineras con autorriego. Recuerda que puedes compensar la ausencia de desagües mediante el uso de bandejas que recojan el riego sobrante.
- Protección: en aquellos momentos en que la luz solar es muy potente (verano), resulta muy útil utilizar una sombrilla o un toldo para proteger a las plantas, sobre todo en las horas centrales.
- Usar guantes: esta medida nos ayuda a evitar el contacto con los microorganismos que pueden poblar la tierra.
- Cuidado con la combinación de hortalizas: ciertas mezclas deben evitarse (pueden estorbarse y competir por los mismos nutrientes). Es el caso de las cebollas y las judías o las patatas y los tomates. Ahora bien, combinar distintos tipos de plantas aromáticas o flores junto a verduras y hortalizas ayuda a mejorar la salud de tu huerto, ya que algunas actúan como repelentes naturales de hongos y plagas.
- Plantar plantas o semillas: aunque esta decisión depende totalmente de ti, te exponemos las ventajas y las desventajas de ambas posibilidades a grandes rasgos. La opción de plantar semillas ahorra el tener que trasplantarlas, pero es más complicado y necesita más tiempo. Optar por plantones, con la planta crecida, sale más caro pero solo se necesitará hacer el agujero para enterrar las raíces.
- Reunir un kit básico de jardinería: guantes, tijeras, una regadera, un pulverizador, un cuchillo de podar etc.
- Ahorrar agua y luz: si eliges plantas de temporada te aseguras montar un huerto urbano ecológico.
- Enriquecer la tierra: por un lado, nuestras plantas en casa crecen en un ambiente limitado y, por otro, abusar del riego puede hacer que muchos nutrientes se pierdan con el agua. Elije siempre un fertilizante orgánico como el compost.
Sea como sea, no olvides informarte sobre las distintas especies que elijas para tu huerto en casa. En función de cada caso, tendrán unas necesidades específicas (agua, luz, nutrientes…) que no podrás perder de vista para tener el huerto que siempre has soñado.
Qué plantar en mi huerto urbano
Las posibilidades son enormes. Así que déjate guiar por lo que te gusta y se adapta a las condiciones y a las dimensiones de tu huerto en casa. Lógicamente, hay especies directamente descartables por la cantidad de espacio que necesitan sus raíces (calabazas, melones…). Evalúa cada caso y los cuidados que requieren tus cultivos favoritos (tomates, lechugas, pimientos…) para valorar su idoneidad antes de lanzarte. Las variedades enanas de hortalizas se adaptan estupendamente al cultivo en contenedores en casa.
Ten en cuenta también que puedes montar dos tipos de huerto: huerto horizontal o huerto vertical en casa (en distintos pisos). Esta última opción facilita trabajarlo y ahorra espacio.
Si, por otra parte, te adentras en el mundo de las hierbas aromáticas, descubrirás que hay una gran cantidad de variedades para el interior: perejil, albahaca, romero, orégano, menta… Ya las plantes en macetas o en estructuras, asegúrate de tenerlas en un lugar con suficiente luz y con buena ventilación.
La primavera es especialmente favorable para plantar:
- Zanahorias
- Puerros
- Remolachas
- Espinacas
- Lechugas
- Berenjenas
- Tomates
- Pepinos….