¿Sabes cómo reclamar defectos en una vivienda de segunda mano que estás a punto de comprar? A continuación, nuestros expertos te ponen al día sobre la mejor manera de afrontar esta negociación y conseguir que todas las partes implicadas se beneficien, haciendo el proceso más amable y satisfactorio para todos.
Cuando compramos una vivienda en Mallorca, tenemos tantos datos en mente que a veces olvidamos preguntar o repasar ciertos aspectos del estado del inmueble que no se ven a simple vista. Otras veces, el propio dueño prefiere mirar hacia otro lado para evitar tener que rebajar el precio o que el trato finalmente no se cierre. Sea como sea, la sorpresa nos la encontramos a posteriori, cuando el día a día nos desvela defectos o vicios ocultos de la vivienda de segunda mano. Pero no todo está perdido. La ley avala reclamar los desperfectos del inmueble al vendedor, siempre y cuando se cumplan unos requisitos y se tomen acciones en un plazo determinado de tiempo.
Así, la reclamación de los desperfectos o la acción de saneamiento por vicios ocultos requiere de las siguientes condiciones para que el vendedor responda frente al comprador:
- El defecto es anterior a la compra: no podemos reclamar desperfectos posteriores a ese momento.
- El defecto es oculto: no podía percibirse a primera vista antes del acuerdo.
- El defecto es grave: si lo hubiésemos sabido no hubiésemos comprado el inmueble o hubiésemos desembolsado menor cantidad por él. O, incluso llega a ser tal, que hace imposible el uso de la vivienda.
El plazo para iniciar el procedimiento judicial por vicios ocultos es de 6 meses desde la entrega de la vivienda. En este sentido, es muy importante tener en cuenta que es un plazo de caducidad, lo que significa que es necesario interponer acciones judiciales en ese periodo para no perder nuestro derecho. El plazo aumenta a 5 años cuando el defecto es tan grave que hace inhabitable la vivienda.
Entre los vicios ocultos más habituales destacan: problemas en las tuberías, en la instalación eléctrica, en la estructura o el tejado, persianas, aluminosis, derramas extraordinarias… En cualquier caso, el comprador es el responsable de recabar toda la documentación necesaria para acreditarlos.
Desde la inmobiliaria en Mallorca e Ibiza Durendesa®, te recomendamos contactar lo antes posible con tu abogado si detectas alguno de estas anomalías en tu vivienda. Sin perder de vista cada particularidad, las principales acciones judiciales irán encaminadas al desistimiento o resolución de contrato (el vendedor devuelve el pago y el comprador devuelve la vivienda) o a la reclamación de una rebaja proporcional al precio de la reparación (manteniéndose el contrato). Si el vendedor era consciente de los vicios ocultos y decidió no comunicarlo, el comprador también puede reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
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